Després d’una i mil proves amb blogs compartits amb excel·lents companys/es m’he decidit a la meva joventut acumulada – expressió escoltada darrerament- a publicar aquest blog.
Si les meves frases acompanyades de les fotografies de la M. Rosa, la meva parella, us són grates ambdós ens trobarem satisfets de què la nostra modesta tasca sigui del vostre interès.


dimarts, 22 d’agost del 2017

ALAS DE MARIPOSA. (relat negre).

Aquest relat va ser escrit per un concurs de relats de terror en llengua castellana, que no vaig enviar per premura de temps. Posteriorment el vaig fer servir pel concurs d’Anim 2 de Puig-reig i va ser premiat amb un segon premi. Malgrat l’idioma és diferent l’incloc en el meu bloc ja que és fill de la meva ment. 

Mariposas de negras alas, como plumas de cuervo, revolotean entre mis piernas. 

Pero no existen son falsas imágenes creadas en el interior de mi desquiciado cerebro. El miedo, el pavor, entorpecen mis vacilantes pasos. Cansado dejo caer mi cuerpo en la silla que hay en el centro geométrico de la habitación. Mis manos y mis pies no ofrecen ninguna resistencia al ser sujetadas a los barrotes metálicos, que como un instrumento de tortura me inmovilizan. 

Todo comienza como un leve temblor que poco a poco, con suavidad extrema, va subiendo su intensidad desde mis piernas e invade mi cuerpo. 

Alas negras de mariposas apagan mis ojos. 

En este momento cuando creía haberme liberado del remordimiento por mis actos libidinosos con infantiles cuerpos el temblor remitió de golpe. Las torturas infligidas a los pequeños seres golpean incesantemente mis pensamientos. Pero ni el castigo recibido ni mi propia pena en ningún caso mitiga el mal ocasionado.

Vuelve el temblor a invadir mi ser. No creo en esta terapia que según dicen modificara mi sentir. Una castración inducida, son las palabras científicas. Pero la electricidad que me recorre excita todavía más mi instinto sexual. El deseo se hace más deseo, casi obsesión. Mi mente y mi cuerpo se llenan de concupiscencia al máximo.  

Negras alas de mariposa, cual plumaje de cuervo, se mueven delante de mi mirada.
 
Dolor, aflicción, remordimiento dominan mi cerebro, pero en algún recóndito espacio de este mi cuerpo el deseo me domina y con el deseo el placer inconsciente. Miro la cara de pena de los que observan el intento de mi curación. Hay quien cree que la mente domina la carne. Pero yo sé que no será así. Nueva sesión, ahora con más voltaje, y mi rebelión es total. La mente claudica delante del poder corporal. Mi obsesión se intensifica. 

La mente queda obnubilada por negras alas de mariposa.  

Luego otra vez el sosiego, cuerpo y alma no sienten absolutamente ninguna sensación. Más los recuerdos surgen punzantes y avivan mi lujuria que crece a medida que transcurre el tiempo.  

Alguien en un apartado  estudia mis reacciones. Mi amiga, mi alumna y mi misma confidente, que después de estudiar los diferentes hologramas levanta pesarosa la mano con el pulgar hacia abajo. 

El instante es frenético. Mi cuerpo se mueve descoordinado. Yo no soy yo, solamente un maniquí que tiembla i se descoyunta. Mis últimos reflejos continúan siendo pecaminosos. 

Alas negras de mariposa cubren completamente mis ojos, mi paladar y mi cuerpo. 

Todo ha finalizado. La razón de la sinrazón está olvidada en el más allá. Si existe este lugar para los pecadores impenitentes.  

Miquel Pujol Mur