Aquest relat, mig en castellà, mig en català, va néixer d'un repte proposat per una de les companyes: Escriure en l'idioma que ens van fer aprendre de petits a col·legi.
Esta historia se inicia en un pequeño pueblo andaluz de casas con paredes enjalbegadas y callejones tortuosos. Es la caída de la tarde, en aquella hora que hay que aprovechar las primeras sombras, que alivian del fuerte sol del dia. Dos mujeres, dos comadres, están sentadas en el banco de una plazuela. Una fuente en el centro, deja caer un grato chorro de agua que refresca el ambiente. Una de les dos mujeres, podría ser la más joven se dirige a la otra y le pregunta curiosa.
Esta historia se inicia en un pequeño pueblo andaluz de casas con paredes enjalbegadas y callejones tortuosos. Es la caída de la tarde, en aquella hora que hay que aprovechar las primeras sombras, que alivian del fuerte sol del dia. Dos mujeres, dos comadres, están sentadas en el banco de una plazuela. Una fuente en el centro, deja caer un grato chorro de agua que refresca el ambiente. Una de les dos mujeres, podría ser la más joven se dirige a la otra y le pregunta curiosa.
¾ Pero
María, quilla.
¾ ¿Qué
quieres, Rosarillo?
¾ Yo, no
más una preguntita. Si no te molesta, oye.
¾ Ya eres
curiosa ya, comadre.
¾ Verás…
¿Cómo es que la Cristinilla sale a las tardes corriendo como si la llevara el
viento? Cuando va calle abajo los pies no le tocan ni en el suelo.
¾ ¿Ay
comadre! Eso, es el amor.
¾ ¿El
amor? Tú estás loca! Pero si tu hija es una cría. ¿Qué tiene? Siete años. ¿Y el
noviete?
¾ Solo
ocho.
¾ ¿Solo
ocho? ¡Paisana!!!
¾ Si
hija, pero qué quieres que le haga, como son así. Yo me digo que total qué pue
pasar, qué! Ni chicha ni limoná.
¾ Ay Dios,
que comienza pronto la criatura. Y total pa qué?
¾ Mujer!
Yo tengo unos hijos majísimos.
¾ Anda
ya! Pero yo hija. Na de na!
¾ Qué le
vamos a hacer Rosarillo? Tu hombre le da mucho a la botella y a la noche es que
no ve ni las esquinas. Yo no dormiría con semejante verraco.
¾ Si solo
durmiera!
¾ Dale
agua, a lo mejor se calma.
¾ ¿Pa
qué? Entonces no hay quien lo aguante,
más vale que duerma. Se pone de un cafre que no hay quien pare sano.
¾ Hija,
que mal te veo!
¾ ¿Y que
lo digas! Hasta telarañas tengo de no usarlo.
¾ ¡Pobre
Rosarillo!
¾ No te
preocupes, jardín que unos no cuidan, otros lo aprovechan.
¾ María,
por Dios!
Como
ha pasado en muchas ocasiones esta manera de vivir se ve trastocada por la
realidad. Poco tiempo después las dos familias de los críos enamorados
emigraron en busca de un mundo mejor para educar a sus hijos.
Les
padres del niño caló emigraron, primero a Francia, i después a Alemania donde
se establecieron definitivament. La familia de la Cristina emigró a Catalunya.
Ha
pasado muchos años y la distancia ha separado a las dos criaturas que han
emprendido diferentes caminos. La realidad de la vida ha marginado el conato de
amor infantil.
Continuarà ...
Miquel Pujol Mur
Continuarà ...
Miquel Pujol Mur
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada